lunes, 9 de agosto de 2010

Conocer personas

Recientemente me mudé de habitación. Trabajo en otra ciudad distinta del cual soy oriundo, y desde mi llegada no me fue fácil. Sin embargo creo que pudo haber sido peor.
Hasta ahorita no me ha pasado nada que pudiéramos decir trágico. Pero no es para mi fácil vivir sólo. Bien, aqui he conocido un montón de nuevas personas, muchas de las cuales ahora son mis amistades. También tuve la fortuna de invitar a algunos amigos de la universidad y que pertenezcan al grupo de trabajo.
Pero cuando uno llega a una ciudad completamente nueva, sin prácticamente nadie que te conozca, seguramente la sensación predominante es de extrañeza y de espectación. A todos quienes hayan sentido miedo los primeros días, los comprendo.
Crecí siempre rodeado de personas conocidas. Durante mi adolescencia tuve la oportunidad de permanecer varios días lejos de la familia. Alguna vez incluso fuera del país; pero en aquella ocasión fuimos en un grupo escolar, asi que eran como mi familia.
¿Cómo llegar a un lugar nuevo y sobrevivir en el intento?
Bueno, creo que el éxito se basa en la mentalidad. Mentalizarse en que uno debe adaptarse. La adaptación es la clave para sobrevivir en cualquier lugar. Así es la evolución: una serie de adaptaciones al entorno. Y nosotros, siendo entes sociales con mucha mayor razón. Y si, eso se dice fácil. Mi propia experiencia me dice que no lo es tanto.
Tener una mentalidad abierta, aceptar que existen muchas personas con distintas formas de pensamiento, es una de las bases para la adaptación. Imagínense que tuviéramos que vivir en un lugar completamente opuesto en clima al cual estábamos acostumbrados... si seguimos vistiendo la misma ropa que de donde venimos, seguramente no podremos lograr adaptarnos. Lo mismo pasa con los pensamientos, hay que sincerizarnos con nosotros mismos y saber que por mucho que sepamos algo, puede no ser ni la verdad absoluta, ni la mentira mas ingenua.
¿Y en el trabajo?
Bueno, las reglas cambian un poco. Para ser sinceros, llegue a un lugar nuevo, a mi primer trabajo... Es decir, todo era nuevo para mi: Trabajo, sociedad, independencia. Lo que me ha dado resultado a mí, es seguir las instrucciones. Escuchar atentamente y opinar en los momentos, formas y con las personas adecuadas. Esto no quiere decir que soy una persona sumisa. Si me conocieran sabrían que hoy soy una persona muy independiente, tanto de actos como de pensamientos y opinión.
Mis jefes han sido muy tolerantes. Desde que comencé en el trabajo tenían muy presente que era mi primer trabajo formal y que venía a aprender más que a enseñar o demostrar. Y hay que tener valor para comprender eso. A nuestra edad, salimos de la universidad pensando en que todo lo sabemos o que podemos encontrarle una solución a todo. Pero acá afuera, las situaciones no son iguales.
Trabajo en desarrollo de sistemas y mucho de mi trabajo es escuchar. Si uno no tiene la capacidad de escuchar a las personas y sus necesidades, estas frito. Tu trabajo será deficiente por no hacer lo que debería hacer.


En este preciso momento estoy conociendo nuevas personas. Hasta ahora todo bien. 
Un dato curioso, por alguna razón, siempre he estado rodeado de más mujeres de que hombres. Y me considero bastante hombre, a las pruebas me remito. Aquí, a donde llegue a vivir, no sabía ni siquiera cómo era la habitación. Llegué únicamente por recomendación y sin saber con qué personas estaría cerca. 
Una amiga mía opina que las coincidencias no existen. Y creo que tiene razón. Si siempre estoy rodeado de más mujeres que de hombres, es porque me siento más en familia. Más a lo que en casa tenía. Incluso en esta ocasión que pudiera parecer una coincidencia, creo que para nada lo es.


Les dejo a su criterio.

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